|
Interior de la basílicaEl estandarteEl estandarte de 7 metros de largo por 1,5 de ancho que cuelga del techo de la nave central, es una réplica del original de estilo modernista diseñado por el arquitecto Josep Puig i Cadafalch, que fué quemado durante la guerra civil de 1936 y que había sido donado por la ciudad de Mataró con motivo de la restauración definitiva de la Basílica en 1893. En 1997 el Grupo de Historia del Casal de Mataró volvió a hacer la donación de esta replica confeccionada en Bélgica y costeada gracias a aportaciones populares.Lápida del Obispo MorgadesAl ingresar en la nave central y en el centro de una gran cruz griega se halla una lápida sepulcral esculpida con la figura yacente del Obispo Morgades, artífice de la reconstrucción del monasterio, muerto en 1901 y cuyos restos fueron depositados en una fosa excavada donde permanecieron hasta 1936 en que fueron profanados.Capillas lateralesA la izquierda de la lápida del Obispo Morgades encontramos la capilla del Santísimo y a la derecha la de San Joaquín cuyo altar esta presidido por el busto de San Eudaldo, patrono de Ripoll.Las tumbas condalesTanto en el interior de la basílica como los claustros albergan multitud de sarcófagos que contienen las cenizas y los restos mortales de abates y condes especialmente del linaje de Besalú y Cerdanya.En el muro norte del transepto encontramos la tumba del conde Wifredo. En la nave central a ambos lados del crucero y suspendidas en los pilares se encuentran la tumba de su hijo Rodulfo y la del conde de Besalú, Bernat Tallferro, hermano del Abad Oliba. El muro meridional del transepto alberga el sepulcro del conde de Barcelona Ramon Berenguer III, fallecido en 1131, con un relieve del conde a caballo obra del escultor Josep Llimona y cuyo sarcófago contiene escenas en relieve de la vida y muerte del conde y está sostenido por capiteles califales procedentes de la Basílica consagrada en 977. Otras urnas situadas en distintos lugares contienen restos de abates y otros hombres ilustres. El altarEl altar está presidido por un mosaico confeccionado en los talleres del Vaticano con la representación de Santa María de Ripoll donación del papa León XIII en 1893. |